El cambio de hora en España
Hasta el siglo XX, España regía el tiempo por el sol, de forma literal. La hora civil oficial
hacía referencia al Meridiano de Madrid, pero cada provincia tenía una hora local diferente
dependiendo de sus coordenadas. De esta forma, Galicia tenía una hora diferente a las
Islas Baleares, ya que un gallego ve salir el Sol más de 50 minutos más tarde que un
balear.
El siglo XX trajo consigo la hora del Meridiano de Greenwich (GMT) o Tiempo Universal
(TU) para España (GMT+ 1 en invierno y GMT+2 en verano) , pero no fue hasta el 15 de
abril de 1918 cuando se introduce el concepto Daylight Saving Time (DST), llamado
también ‘horario de verano’. Desde ese momento, en verano se ha adelantado una hora a
los relojes españoles, con algunas excepciones e incidencias.
Durante la Guerrra Civil Española, los relojes vivieron su caos particular dentro de la
catástrofe que sufrió el país. El 2 de abril de 1938, la zona Republicana sumó una hora al
GMT y 28 días más tarde, otra más. En la zona Nacional, sin embargo, sólo sumaron una
hora el día 26 de marzo. El final de la guerra no conllevó una sincronización horaria. La
España republicana empezó el año con una hora de adelanto respecto a la hora del
Meridiano de Greenwich, que volvió a recuperar el día oficial del fin del conflicto, el 1 de
abril de 1039.
Como toda norma tiene sus excepciones y España no es diferente, el cambio horario se
dejó de aplicar los años 1920, 1921, 1922, 1923, 1925, del 1930 al 1936, 1941, 1947, 1948
y el período entre 1950 y 1973.