TIPOS DE ALERGIA
ALERGIAS RESPIRATORIAS
La rinitis alérgica:
La rinitis alérgica se caracteriza por estornudos repetitivos, la « nariz que gotea » y, a menudo, una obstrucción nasal de varias horas, cosquilleos, una irritación de los ojos con lagrimeo y una respiración que puede hacerse difícil o silbante. Las causas de las rinitis alérgica son principalmente aéreas (polen, ácaros y pelos de animales). Cuando es causada por el polen, se la denomina rinitis estacional o, más comúnmente, fiebre del heno.
Las características de la rinitis alérgica son principalmente de dos tipos:
- La rinitis estacional (o peranual), la cual sobreviene en periodo polínico y, por supuesto, como reacción al polen (abedul, gramíneas…).
- La rinitis persistente (o aperiódica), la cual aparece a menudo en periodo de estrés y como reacción a los alérgenos presentes permanentemente en el entorno de la persona (ácaros, humo, polvo, olores de productos químicos…).
Las causas de la rinitis alérgica aún no se conocen perfectamente, pero la herencia podría ser un factor relativamente importante. Ciertas personas presentarían genéticamente un « terreno atópico » o una reacción exagerada (respuesta inmunoalérgica) al tener contacto con alérgenos normalmente inofensivos.
Este « terreno atópico » puede provocar diferentes reacciones, tales como la rinitis alérgica, el eccema, el asma, las alergias alimentarias, etc…
Entre un 20 y un 30 % de la población mundial presentaría una alergia a los pólenes o a los ácaros.
El asma:
El asma se define como una molestia respiratoria en la expiración. Se trata de una enfermedad del sistema respiratorio, caracterizada por un estado inflamatorio más o menos grave de los bronquios, en el cual, numerosas células juegan un rol importante, en particular los mastocitos, los eosinófilos y los linfocitos. Se traduce por una respiración difícil y silbante, una sensación de opresión en el pecho y un sofoco.
Las causas del asma aún no son bien conocidas. Pero una vez más, nuestro bagaje genético y nuestro entorno parecen jugar un rol importante.
Los principales tipos de asma son:
- El asma alérgica:
Esta afección es una reacción anormal y excesiva de las vías aéreas a los alérgenos presentes en el aire y caracterizada por una o varias crisis. Es la forma de asma más grave a corto plazo, pudiendo ser el grado de reacción particularmente importante y, a veces, mortal, asfixiándose el paciente por sofoco. Es primordial tratar rápidamente una crisis de asma severa.
- El asma crónica:
Generalmente presente desde la infancia, puede manifestarse en los primeros años de la infancia por crisis de asma repetidas o bronquitis silbantes crónicas. A menudo se trata de una instalación lenta y progresiva de la inflamación, que puede pasar desapercibida, principalmente porque el paciente se acostumbra a los síntomas y a las molestias respiratorias hasta el momento en que estas se hacen demasiado invasoras. No tratada, esta forma de asma evoluciona generalmente en insuficiencia respiratoria.
- El asma de esfuerzo:
Sobreviene durante un esfuerzo físico en el que las condiciones de trabajo de los bronquios son más difíciles. El frío y el viento favorecen la inflamación bronquial y, por consiguiente, la crisis de asma de esfuerzo.
El asma en los niños debería ser tratada por un alergólogo cualificado. En efecto, se sospecha que en muchos adultos asmáticos se trata de una reactivación de asmas de la infancia que no han sido diagnosticadas correctamente o que han sido descuidadas.
LAS ALERGIAS CUTÁNEAS
El eccema:
El eccema, igualmente denominado dermatitis, es una inflamación no contagiosa de la piel. Esta inflamación afecta a numerosos pacientes, en los que las formas simples podrán beneficiarse de terapéuticas locales, pero es necesario estar muy atento a las formas reincidentes o agudas, las cuales deben beneficiarse imperativamente de un chequeo alergológico.
Generalmente se distinguen dos grandes tipos de eccema:
- La dermatitis atópica:
El eccema atópico es una afección de la piel bastante frecuente (de un 20 a un 30 % de niños) que se desarrolla principalmente en los niños pequeños que presenten un terreno genético propicio. La dermatitis aparece generalmente hacia la edad de tres-cuatro meses. Afecta a la cara (mejillas y mentón) y, cuando el niño crece, las lesiones se localizan a menudo a nivel de los pliegues (cuello, codos, muñecas, detrás de las rodillas). Los brotes comienzan por un simple enrojecimiento que pica; seguidamente, la piel se reseca y se hace rugosa por zonas y, finalmente, la piel supura y se forman costras. En general, la dermatitis atópica desaparece naturalmente antes de la adolescencia.
- El eccema de contacto:
El eccema de contacto, más frecuente en el adulto, es una reacción alérgica de hipersensibilidad inmunológica que aparece al entrar en contacto con una sustancia irritante (producto químico, ciertas plantas o un metal, como el níquel de las joyas). Puede ser alérgico o irritante (no alérgico) y provocar, bien una reacción instantánea, o bien una reacción diferida, pudiendo variar la intensidad de los síntomas, pasando de un simple enrojecimiento a una ulceración. La mayoría de los eccemas de contacto están vinculados a alérgenos bien identificados. En Europa, la batería de tests ICDG (International Contact Dermatitis Group) es capaz de determinar la etiología del 80 % de las causas de eccema.
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