Aplicaciones que vigilan tus movimientos
El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
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comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
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del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
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bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263se ha dedicado a registrar todas y cada una de las actividades que realizaban los usuarios en sus dispositivos. ¿Cómo? A través de un rootkit que enviaba todos los datos que registraba el dispositivo a los servidores de la compañía.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263se ha dedicado a registrar todas y cada una de las actividades que realizaban los usuarios en sus dispositivos. ¿Cómo? A través de un rootkit que enviaba todos los datos que registraba el dispositivo a los servidores de la compañía.
Lo grave realmente es que la importancia de esta compañía dedicada a dar soluciones de inteligencia móvil a la industria es verdaderamente máxima, su software está presente en 130 millones de dispositivos en todo el mundo.
El programador demuestra su acusación con un video que resulta realmente escalofriante. Conforme utiliza su móvil se observa como el servidor recoge todo tipo de datos de su smartphone: geolocalización, mensajes SMS, las páginas que navegamos… prácticamente todo.
Lo peor es que, según explica Eckhart, el software no puede desinstalarse del teléfono a no ser que se reinstale el sistema operativo de nuevo, y además recoge datos en todas las situaciones, tanto cuando se utiliza la conexión 3G como si se hace vía WiFi. Por tanto, la cantidad de información que puede haber llegado a guardar de millones de usuarios es escalofriante, y la comunidad móvil ha temblado ante este descubrimiento.
Carrier IQ se ha limitado a apuntar que no se dedican a espiar ni rastrear a los usuarios, y que los datos que recogen son exclusivamente para sus clientes (operadores móviles) y no venden información a terceros. Sin embargo, las reacciones en todos los sectores no se están haciendo esperar, y algunos medios hablan ya de posibles demandas por violación de privacidad. Veremos en qué queda todo esto, pero lo que está claro es que el terremoto no ha hecho más que comenzar, y amenaza con ser importante. Aunque la verdadera pregunta que se hará cualquier lector es, ¿realmente mi Android me vigila?
El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
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El espionaje de las
comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco
probable que la agencia de información americana esté interesada en
conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya
es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para
ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar
la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva.
Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal
y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de
‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más
sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores,
o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas
como "find my phone" o "geofencer" son muy simples y son visibles por el
usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición
geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una
opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como
"mSpy" o "mobilespy". Este tipo de aplicaciones requieren un acceso
directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la
configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo
lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las
llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos
de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del
móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el
pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a
vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen
ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares
al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda
bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en
casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo
de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo
fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia
mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que
su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen
prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con
malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las
auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la
opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con
malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay
fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas
espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de
seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino
Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los
servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones
maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de
China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que
estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la
habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más
avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común.
Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo
en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más
probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si
observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que
puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia.
También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor
consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil
existen apps como "Cathr" que por apenas dos dólares realiza un rastreo
del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan
complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven
igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que
dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser
espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién
pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no
permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan
bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el
móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por
último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo
siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de
información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se
llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o
que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente
después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un
segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2170503/0/aplicaciones/espia/movil/#xtor=AD-15&xts=467263
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