1.- Ábrego:
Esta masa de aire de temperatura templada y relativa humedad que puede
dejar algunas lluvias a su paso, sopla del suroeste ya que se forma en
el Atlántico, con corrientes de aires cercanas a las islas Canarias y
Azores. Suele darse principalmente en primavera y otoño. En Cantabria es
conocido como viento castellano, mientras que en Asturias se denomina
aire de las castañas, ya que cuando sopla con fuerza provoca la caída de
este fruto.
2.- Cierzo:
Es un viento seco y con temperatura baja, que se localiza en el valle
del Ebro. De componente Noroeste, se origina debido a la diferencia de
presión existente en esta zona por la combinación de una borrasca en el
Mediterráneo y anticiclón en el Cantábrico. Su velocidad puede ser
bastante elevada, con un máximo histórico de 160 kilómetros por hora
registrado en 1954. Aunque su característica ausencia de humedad
condiciona en gran medida la vida en el valle del Ebro, también supone
un freno para la aparición de ciertas plagas, que ven dificultada su
existencia bajo estas condiciones.
3.- Galerna:
Debido a su carácter súbito y violento, es uno de los vientos más
conocidos del mar Cantábrico y el Golfo de Vizcaya. Suele aparecer de
forma súbita en primavera y otoño, principalmente en días tranquilos y
soleados. Es provocado por la aparición de un frente de aire frío en el
que el viento cambia bruscamente de dirección. Se caracteriza por un
súbito descenso de la temperatura, que puede alcanzar más de diez grados
en pocos minutos. Además, la humedad atmosférica se eleva hasta niveles
cercanos al cien por cien y el viento alcanza rachas de hasta cien
kilómetros por hora.
4.- Levante:
Posiblemente, el nombre con el que se conoce en la costa mediterránea
española al viento procedente del este sea el más repetido en cualquier
espacio de información meteorológica. El origen del viento de levante
está en el Mediterráneo central, en zonas cercanas a las islas Baleares.
Alcanza su mayor velocidad en el Estrecho de Gibraltar, donde deja
lluvias en la vertiente este de las sierras gaditanas, antes de bajar
muy seco, ya descargado de humedad, y con altas temperaturas a lo largo
de la vertiente oeste.
5.- Poniente:
Proveniente del océano Atlántico, se desplaza de oeste a este. A medida
que avanza, de forma paulatina va perdiendo humedad y aumentando de
temperatura, debido al efecto Foehn.
Por ello, llega a la costa levantina de España como un viento muy seco y
cargado de calor. Aunque su presencia en invierno contribuye a suavizar
las temperaturas, en verano provoca un sustancial aumento de las
mismas, pudiendo convertirse en un factor de riesgo para la aparición de
incendios forestales.
6.- Terral:
Se trata de un viento de componente norte originado a causa del
diferente comportamiento de la tierra y el mar a la hora de absorber el
calor atmosférico. Llamado así principalmente en la provincia de Málaga,
el terral se genera cuando la radiación solar empieza a disminuir hasta
desaparecer por completo. Dado que el agua del mar tarda más tiempo en
calentarse que la tierra, se produce un contraste térmico entre la
temperatura de la superficie terrestre, que ha sufrido un enfriamiento
rápido, y la superficie marina, que sigue manteniendo el calor absorbido
durante el día. El aire caliente de la superficie del mar tiende a
elevarse hacia capas altas y su lugar es ocupado por el aire frío
arrastrado desde la costa hacia mar adentro. Ese flujo es el que recibe
el nombre de terral.
7.- Tramontana:
Originado en el Macizo Central francés y los Pirineos, es un viento de
componente norte que sopla con bastante fuerza sobre Baleares y algunas
zonas de Cataluña. En ocasiones puede llegar a alcanzar velocidades
próximas a los doscientos kilómetros por hora.
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