miércoles, 20 de mayo de 2015

condiciones de trabajo y protocolos de seguridad en españa

Desde el estallido de la crisis, el elevado desempleo y la creciente precariedad han socavado profundamente el mercado de trabajo. De hecho, el «deterioro ha sido muy rápido», según un estudio elaborado por la Universidad de Barcelona para Manpower, que pone de relieve que en algunos de los ámbitos analizados «España perdió en un año la mejoría de la calidad laboral registrada de 2001 a 2008». En concreto, el mercado de trabajo retrocedió a niveles inferiores a los del año 2001 en cuanto a «flexibilidad y seguridad laboral» y «acceso al mercado de trabajo».
La creciente destrucción de empleo se ha reflejado en un desplome del 33,61%, entre 2008 y 2009, de la variable de acceso a los puestos de trabajo, que se situó en 80,9 puntos, por debajo de las cifras de hace una década.
El apartado de flexibilidad (que tiene en cuenta aspectos como las diferencias salariales entre trabajadores indefinidos y temporales, el aumento del número de empleados a tiempo parcial y la tasa de cobertura por desempleo) ha descendido un 18,22% durante estos dos años hasta los 93,27 puntos, inferiores a los 100 registrados en 2001.

En España se dan circunstancias laborales, por término general, peculiares dentro del seno de las empresas a la hora de remunerar a los trabajadores. Si la economía de la empresa se encuentra en una situación boyante donde los beneficios son altos, el sueldo del trabajador se mantendrá fijo , en el caso contrario, una situación económica desfavorable (reducción de beneficios, pérdidas, etc.) repercutirá negativamente en el sueldo del trabajador, en muchos casos reduciéndolo por el bien de su puesto de trabajo o por el imperativo de la liquidez.

El protocolo

El protocolo no es algo exclusivo de reuniones sociales. En el ámbito laboral existen normas de comportamiento, vestimenta y culturales. Todas ellas son fundamentales para un correcto desarrollo de la actividad profesional. Cómo vestirse, relacionarse y comportarse son básicos.
España es uno de los países que tienen un protocolo más antiguo. Éste proviene del siglo XVI. Otros países lo tienen como referencia por su gran número de tradiciones y sencillez, a la vez que cercanía al ciudadano de a pie. Pero no por ello está exento de evolucionar y cambiar con los tiempos que corren.
El protocolo no consiste en una serie de reglas inamovibles. Cada acto debe amoldarse a la filosofía de la organización en el caso del mundo empresarial. Así se podrán lograr los objetivos que se buscaban en un principio.

Pequeñas y grandes empresas

La libertad de indumentaria en el trabajo puede incrementar la productividad hasta un 45% según diversos estudios. La forma de vestir ayuda a construir la percepción y valoración de la persona. Por lo tanto muchas empresas marcan un código sobre cómo deben vestir sus empleados.
En general, las grandes empresas son más clásicas que las pequeñas compañías a la hora de vestir. Ésta suele venir impuesta por la dirección, que impone su política indumentaria al resto de los trabajadores. La mayoría de estas empresas recomiendan usar ropa clásica a los empleados que tienen trato directo con los clientes.

Uniformación profesional

Por otra parte el vestir de uniforme es muy común en el sector industrial y comercial. En el primer caso se utiliza por razones de higiene (por ejemplo cadenas farmacéuticas y alimentarias) o seguridad. En el comercio el uniforme transmite la imagen de la compañía y facilita la identificación del empleado a los clientes.
Algunos uniformes (policía, militares, médicos, etc.) son casi una institución porque se reconocen rápidamente. En general los uniformes suelen ser prácticos, cómodos y respetuosos con quién los porta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario